El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico
Bebedor | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
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Bebedor

Cultura Tumbas de tiro
Estilo Comala
Región Colima
Período Preclásico tardío-Clásico temprano
Período 9 Preclásico tardío-Clásico temprano
Año 300 a.C.-600 d.C.
Técnica

Barro modelado y bruñido

Medidas 41.4   x 17.4  x 21.5  cm
Ubicación Sala 2. El mundo religioso
No. registro 52 22 MA FA 57PJ 1109
Investigador

La acentuada solemnidad que expresa la imagen en el acto de ingerir alguna bebida indica un consumo ritual; en el repertorio iconográfico del arte de la cultura de las tumbas de tiro es frecuente que hombres y mujeres se asocien con recipientes diversos; estos objetos participan de modo destacado en la identidad de los individuos figurados, al igual que aluden a alimentos o sustancias y a su importancia en este arte de carácter predominantemente funerario.

El tema fue materializado de maneras diferentes en las múltiples escuelas artísticas; la del valle de Colima que generó el estilo Comala, al cual se adscribe nuestra escultura, ofrece el conjunto más sobresaliente en cuanto al elevado ceremonialismo que transmiten; se trata siempre de pequeñas vasijas arriñonadas cargadas por figuras masculinas, ya sea con una o dos manos, a la altura de la boca o bien, pegada a ella, sea que la cabeza se dirija al frente o hacia su izquierda. Estos bebedores se modelaron sentados sobre las nalgas y con las piernas entrecruzadas o semiflexionadas al frente y muestran una muy peculiar protuberancia cónica en la cabeza. No hay certeza de lo que sea, aunque los artistas no pretendieron presentarlo como un elemento propio de la naturaleza del humano, puesto que en numerosas piezas se trazaron bandas que claramente lo sostienen a la cabeza.

En la obra que tratamos hay un acusado énfasis en la estilización de las formas, como se ve en la fusión de cada mano con los objetos que portan y en la de la vasija con la boca, así como en la ausencia de una cinta de la que cuelgue el pectoral y de dedos en los pies; desde tales criterios plásticos resulta coherente la falta del complemento del tocado. Entre las posibilidades de lo que representa la proyección cónica se hallan cuerno, sección de un asta, colmillo o ápice de concha de caracol; lo más factible es que sea un elemento zoomorfo y es definitivo que el hombre adquiere connotaciones sobrenaturales: cabe interpretarlo como una figura con funciones religiosas, quizás un sacerdote que realiza un ritual de ingestión, tal vez para alterar la conciencia y establecer comunicación con lo divino.

¿Cuál pudo ser el líquido que este pueblo asociaba con los cuencos arriñonados y con la imagen del bebedor? Ante la escasez de análisis biológicos, es oportuno mencionar que en los recipientes ofrendados en una tumba de tiro y cámara ubicada en Jalisco se detectó la bacteria Bacillus tequilensis como indicio de una sustancia de agave fermentado. En el ámbito del México antiguo se han reconocido ampliamente la producción y el carácter sagrado de una variedad de bebidas alcohólicas fermentadas, no obstante, los líquidos rituales son numerosos, entre ellos se hallan también el agua, la sangre, el semen y el cacao.

En el mismo estilo Comala existen bebedores con cabezas trofeos y otras figuras masculinas también sostienen cabezas decapitadas que se analogan con recipientes, son imágenes que evocan la sangre como una bebida ritual, y a la vez la guerra y el sacrificio de los vencidos. En posible relación con lo bélico, nuestro bebedor levanta un objeto curvo con la mano derecha que remite a un arma y a una posición de ataque. Los genitales y las vértebras resaltadas son otros rasgos que le confieren singularidad a esta obra entre los bebedores del estilo Comala. Existen algunos desnudos pero no exhiben los órganos sexuales, no obstante, es constante que los personajes de alto estatus se figuraran desnudos e incluso con falo; en esta pieza en particular sobresale el interés anatómico, pues se modelaron también los testículos.

El gran pectoral circular que lleva corrobora dicha condición social; es muy factible que represente la concha de un molusco bivalvo; siguiendo con los ornamentos, los orificios en las orejas parecen aptos para que alguna vez se colgaran orejeras de materias perecederos. La ligera curvatura del largo torso y las vértebras del personaje pudieran señalar una edad avanzada, pues no he podido identificar alguna patología en particular, claramente no se indica escoliosis.  En suma, la posición sedente, la forma cónica en la cabeza, el gran pectoral y la vejez tentativa manifiestan el alto rango social del personaje. Los variados atributos parecen corresponder a distintas facetas de su identidad; entre todas ellas destaca su función religiosa, acaso sacerdotal, por medio de un ritual de ingestión. El bebedor mismo es, por lo menos en apariencia, un recipiente, pues su configuración es hueca y en la cima de la cabeza se proyecta una vertedera tubular. La imagen enfatiza las significaciones en torno a beber y contener en liga intrínseca con una figura de reiterada masculinidad.

La acentuada solemnidad que expresa la imagen en el acto de ingerir alguna bebida indica un consumo ritual; en el repertorio iconográfico del arte de la cultura de las tumbas de tiro es frecuente que hombres y mujeres se asocien con recipientes diversos; estos objetos participan de modo destacado en la identidad de los individuos figurados, al igual que aluden a alimentos o sustancias y a su importancia en este arte de carácter predominantemente funerario.

Audios

Obras de la sala

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