In Tlilli in Tlapalli. Imágenes de la nueva tierra: identidad indígena después de la conquista

01 de septiembre de 2018. 19:30 h

El sábado 1º de septiembre a las 12:00 horas inauguramos la exposición In Tlilli in Tlapalli. Imágenes de la nueva tierra: identidad indígena después de la conquista con una charla a cargo de Mariana Castillo Deball, artista y Diana Magaloni, investigadora, en el Auditorio Arq. Pedro Ramírez Vázquez del Museo Amparo.

Diana Magaloni inició la charla compartiendo a los asistentes que esteproyecto se desarrolla bajo el concepto In Tlilli in Tlapalli, tinta negra y pintura de colores, una expresión náhuatl que está relacionada con la transmisión de la sabiduría y el conocimiento: el negro brinda contorno y el color un contenido.

A partir de este tema la exposición reúne documentos coloniales de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia y mapas-pintura del Archivo General de la Nación, junto con el proyecto enciclopédico conocido como el Códice Florentino albergado en la Biblioteca Medicea Laurenziana, de Florencia, Italia, en formato facsimilar y digital. En conjunto, los documentos examinan el punto de vista indígena sobre la conquista y los procesos de sobrevivencia, negociación y creación de una nueva tierra.

El estudio químico de los colores del Códice Florentino o la Historia general de las cosas de Nueva España tiene un papel relevante en la muestra. Magaloni explicó que el Códice Florentino es el resultado más importante del esfuerzo por recuperar la dignidad de una cultura después de la conquista. Durante su investigación, Magaloni analizó y recreó la paleta de colores utilizados en dicho Códice, comprobando que los colores no son sólo elementos que se emplean para pintar documentos. Su composición y origen definen el significado de las imágenes.

A través de la materialidad del color, Magaloni se refiere a las imágenes en relación con el concepto nahua de ixiptla (sustituto, representante, imagen). El concepto ixiptla deriva de la partícula –xip: piel, cobertura, porque es ésta la que otorga identidad y realidad física a las esencias. Por ello, Magaloni considera a los pigmentos la piel de las imágenes, los colores las convierten no en representaciones sino en presencias reconocibles y con poder. De esta forma, las pinturas de los códices y los mapas fueron una forma de volver a pintar/hacer aparecer el mundo después de la conquista.

A partir de esta investigación, explicó Mariana Castillo Deball, que su colaboración en esta muestra explora el papel de los colores y con ello el de los artistas indígenas que lograron volver a pintar el mundo que se desvanecía a su alrededor por la guerra, la enfermedad y la incomprensión de su cultura creando unaconstelación escultórica, una serie de murales y, en colaboración con Tatiana Falcón, un jardín sobre la materialidad y el significado de los colores con los que se pintó el Códice Florentino.

Murales

Dentro de las salas, Deball pinta, como si fuese uno de los tlacuilos que pintaron el Códice Florentino, tres murales que son un homenaje a los pintores indígenas para rememorar su trabajo visionario e innovador. En ellos se podrá observar la escena en la que termina el tiempo mexica y comienza el tiempo cristiano en Mesoamérica; 22 retratos para dar vida en el presente a los autores anónimos del Códice; y la tierra como un altepetl sagrado y reproduciendo el arcoíris como el signo por excelencia de la creación de un nuevo tiempo a partir de la conquista. Este trabajo lo realizó con los mismos pigmentos que ocuparon los pintores del Códice, para dar realidad física a la memoria.

Vestíbulo

Las esculturas con las que Deball interviene este espacio se inspiran tanto en su forma como en su colorido, en la tabla de las composiciones químicas de la paleta de colores preparados por Magaloni según las recetas que dejaron los pintores del Códice Florentino.

Deball utiliza una técnica antigua italiana llamada scagliola y con ello construye con galletas de color el calendario ritual indígena de 260 signos. Cada color corresponde a una región del cosmos y es portador de energías mánticas que mueven el tiempo y rigen la vida en la tierra. Al mismo tiempo, se desprenden del calendario pinceles o lápices de color truncados, realizados con la misma técnica, que Deball coloca azarosamente en el piso, como si fuesen los vestigios de la historia.

El Jardín

No existe registro histórico de un jardín que reúna todas las plantas tintóreas como el que se hizo para esta exposición. La investigadora Tatiana Falcón recolectó árboles de distintas regiones geográficas, plantas silvestres de temporal, arbustos, insectos, líquenes y minerales, fuente de los colores más importantes empleados para fabricar pigmentos y tintes, nombrados por los pintores indígenas del Libro XI del Códice Florentino. Las plantas están dispuestas según el color que producen siguiendo la orientación de los cuatro rumbos de la tierra de acuerdo al Códice Féjerváry-Mayer, que representa el calendario de 260 días llamado Tonalpohualli y los ciclos cósmicos de 52 y 104 años.

Finalizaron la charla reflexionando que los documentos indígenas de nuestra historia permanecen resguardados en archivos y bibliotecas nacionales y extranjeros a los que es muy difícil acceder, por lo que en esta muestra se presentan copias históricas, reproducciones facsimilares impresas y digitales, realizadas específicamente para la muestra, junto con mapas-pintura originales, con el propósito de exponer una manera de materializar la pregunta: ¿a quién pertenece el pasado?.

La exposición In Tlilli in Tlapalli. Imágenes de la nueva tierra: identidad indígena después de la conquista permanecerá abierta al público en las Salas de Exposiciones Temporales Planta baja, Vestíbulo y Patio Colonial del Museo Amparo hasta el lunes 12 de noviembre de 2018.

Si te perdiste esta charla te invitamos a consultarla en la Biblioteca del Museo o en nuestra sección de Multimedia.

¡Gracias a todos los que nos acompañaron en la inauguración!