In Tlilli in Tlapalli. Imágenes de la nueva tierra: identidad indígena después de la conquista
Mapa de Zolipa, Misantla, Veracruz | In Tlilli in Tlapalli. Imágenes de la nueva tierra: identidad indígena después de la conquista | Museo Amparo, Puebla

Anónimo

Mapa de Zolipa, Misantla, Veracruz

Año 1573
Año 1573
Técnica

Papel europeo

Medidas extra

33.2 x 45.1 cm

Información adicional

Glosado por el corregidor Pedro Pérez de Zamora

Archivo General de la Nación, colección Mapas, Planos e Ilustraciones, nº 1535. Perteneciente a Tierras, vol. 2672 (2ª parte), exp. 18, f. 13

Fue pintado en 1573 para acompañar un breve expediente mandado a hacer por el virrey Martín Enríquez de Almansa del terreno donde se otorgaría una merced de estancia para ganado mayor en el pueblo de Zolipa. El virrey ordenó que se realizara una denominada vista de ojos –recorrido y reconocimiento del terreno– para hacer válido el otorgamiento de la merced a un español llamado don Miguel. Después de citar a los indios y demás personas que tuvieran posesiones en las tierras colindantes, comprobar que el otorgamiento no ocasionaría ningún perjuicio y de realizar la pintura, se procedió a conceder la merced.


Los trazos pictográficos del mapa poseen un carácter netamente indígena y en ellos fueron utilizados colores brillantes: sobresalen el azul turquesa, el verde en diversos tonos, el café, y el rojo y negro para delinear las figuras y proporcionar detalles. La composición remite a la figura del altepetl como montaña y agua, asociado a los mitos de creación.


Las figuras recrean un paisaje que se encuentra orientado hacia el este y está marcado como el oeste por un sol. El norte y sur fueron señalados con dos estrellas. En la composición sobresale un río con las características corrientes onduladas que sirven para identificar el agua en movimiento y dos montes con vegetación en su superficie. Éstos fueron pintados de forma próxima a la convención utilizada para señalar tepetl (cerro) y con una superficie marcada por rombos que alude, según la concepción cosmológica prehispánica, a la piel de cipactli, el monstruo de la tierra, señalando que las montañas son seres vivos. Dos edificios sencillos con techumbre de paja sirven para identificar una estancia poseída por indios y el pueblo de Zolipa que tiene una iglesia. Al sur del río hay otros altepetl, uno de ellos doble, llamado Emesepeque. Hay vegetación genérica, asociada a los montes, plantas de maíz y una planta de cacao.


Cada uno de estos elementos pictográficos se acompaña de anotaciones alfabéticas o glosas efectuadas por el corregidor Pedro Pérez de Zamora. Entonces, podemos decir que en el mapa intervinieron dos autores: un pintor indígena que representó el territorio donde se había solicitado la merced de tierras y el corregidor que constató la correspondencia del paisaje con la pintura y anotó algunos otros datos relevantes. Esta práctica se conoce como autenticación.


Este mapa fue reconocido, junto con otros 334, como patrimonio histórico documental por el Programa Memoria del Mundo, coordinado por la UNESCO.

Fue pintado en 1573 para acompañar un breve expediente mandado a hacer por el virrey Martín Enríquez de Almansa del terreno donde se otorgaría una merced de estancia para ganado mayor en el pueblo de Zolipa. El virrey ordenó que se realizara una denominada vista de ojos –recorrido y reconocimiento del terreno– para hacer válido el otorgamiento de la merced a un español llamado don Miguel. Después de citar a los indios y demás personas que tuvieran posesiones en las tierras colindantes, comprobar que el otorgamiento no ocasionaría ningún perjuicio y de realizar la pintura, se procedió a conceder la merced.